Síntomas comunes por los que debes visitar a un Quiropráctico

Dolencias y malos hábitos posturales

El desplazamiento vertebral desencadena múltiples problemas. Primero a nivel físico con la obvia reducción de la movilidad articular, contracturas y cambios posturales ya que afecta directamente la biomecánica corporal.

Dolor de cabeza, migrañas

Hernia Discal

Ciática

Fibromialgia

Vértigos y mareos

Dolor de espalda

Dolor lumbar

Dolor cervical

 

Dolor de cabeza, migrañas

El dolor de cabeza tensional, que representa la gran mayoría de los dolores de cabeza, suele originarse en la parte cervical y más específicamente en la 1ª y la 2ª vértebras cervicales (C1 y C2). Las migrañas tienen un componente circulatorio muy relacionado con el sistema nervioso ya que éste controla la constricción o dilatación de los vasos sanguíneos. El trabajo del quiropráctico, en estos casos, es asegurarse de que no hay problemas en esta zona de la columna, detectando los desplazamientos de las vértebras y la tensión en la parte alta de la nuca. El cuidado quiropráctico va dirigido, específicamente, a corregir estos desplazamientos y aliviar la tensión producida sobre esos nervios, lo que permite recuperar, por un lado, una buena movilidad y, por el otro, disminuir la tensión muscular. Esto, por ende, hace que disminuyan los dolores de cabeza, su frecuencia e intensidad. Aunque los dolores suelen desparecer a menudo con las primeras sesiones, la corrección óptima de la columna es primordial ya que, sino, no deja de ser un efecto superficial como tomar una pastilla. Para llegar a la raíz de un problema y prevenir futuras recaídas se necesitan tiempo y constancia, especialmente cuando esos trastornos se han hecho crónicos.

Hernia Discal

La hernia discal es una lesión creada con el tiempo, por el mal funcionamiento de las vértebras que acaban ejerciendo más presión de lo normal sobre un disco. El quiropráctico le tiene que realizar un estudio biomecánico muy preciso para averiguar la zona de la columna que va más forzada y termina presionando los discos. Una vez los fallos biomecánicos son detectados, el cuidado quiropráctico se vuelve más específico en la zona de la columna afectada para devolverle una movilidad adecuada, disminuyendo así la tensión muscular y, en consecuencia, la presión sobre las terminaciones nerviosas, que podrían provocar lesiones de nervios como es el caso de la ciática, el hormigueo o la pérdida de tacto.

Hay que tener en cuenta que una vez aparece una hernia discal, el tejido ligamentoso del disco necesitará un tiempo para volver a fortalecerse. No obstante, el alivio puede aparecer muy rápidamente en algunos casos. En muchos estudios quiroprácticos documentados se aprecia la reabsorción de la hernia y ese es nuestro objetivo principal, siempre y cuando la lesión haya sido detectada a tiempo. Es importante no dejar que el problema avance pensando que se irá solo. Los casos muy crónicos, avanzados y/o con personas mayores también se pueden beneficiar del cuidado quiropráctico gracias a nuestra extensa experiencia y diferentes técnicas.

Ciática

El nervio ciático, es el nervio más largo y grueso del cuerpo empezando en la zona lumbar y llegando hasta la punta de los dedos de los pies. Cuando está inflamado o irritado, responde con dolor tanto en la zona lumbar de la espalda como en las piernas y, a veces, llega a bajar hasta los pies. Puede producir, además, sensación de hormigueo, pérdida de tacto e incluso en los casos más avanzados, pérdida de fuerza con atrofia muscular llegando a la parálisis. La ciática suele ser consecuencia de una dolencia previa en la zona lumbar y puede tener como origen, una hernia discal, un pinzamiento directo sobre el nervio, artrosis o simplemente una contractura muscular. En todos los casos, la labor de su quiropráctico, es primero examinar la columna, especialmente la parte lumbar para averiguar la causa de la ciática y detectar posibles desplazamientos vertebrales (subluxaciones) que pueden irritar  dicho nervio. El cuidado quiropráctico va dirigido directamente hacia la zona afectada, intentando restablecer la función de toda la columna vertebral para alcanzar una recuperación óptima y duradera.

En casos más avanzados, crónicos o con personas mayores, los beneficios también llegan a ser notorios, necesitando en general más tiempo de corrección. Es conveniente siempre y en todos los casos, realizar un estudio previo en el que se realizan las pruebas adecuadas en cada caso concreto y ver así si la quiropráctica puede ayudar. No se espere a que el problema se haga más importante, cuanto antes actuemos, mejores y más rápidos son los resultados.

Fibromialgia

No se conoce una única causa real de la fibromialgia. Probablemente se trate de la interacción de muchos procesos que implican trastornos neurológicos que afectan el flujo sanguíneo, el sueño, el uso de los músculos, la transmisión del dolor o la inflamación. Una cosa casi constante es que una persona que sufre fibromialgia ha estado viviendo con dolores durante muchos años, se ha medicado de forma extensiva en general y su cuerpo acaba agotado, afectando su nivel de energía, sueño, ánimo etc.

Lo que deben saber las personas con fibromialgia es que la quiropráctica les puede ser de gran ayuda en muchos casos.

Estudiar la columna vertebral tiene mucho sentido ya que en quiropráctica decimos que es “El árbol de vida”. La columna es el pilar que sostiene la estructura de la que parten muchos músculos y, además, es la que protege el sistema nervioso. Cuando la columna vertebral pierde su equilibrio y coordinación, el cuerpo tiene que realizar un esfuerzo tremendo para sostenerla y acaba forzando la musculatura, creando dolor e irritación, afectando a la larga también al sistema nervioso y las raíces nerviosas. Cuando este proceso dura varios años, el dolor se hace crónico. Es entonces cuando el organismo deja de responder a la medicación y el cuerpo se agota, él mismo, en esta lucha contra esta situación que no tiene fin.

Para explicar la mejoría de esta condición con la quiropráctica, debemos entender que el propio tratamiento que realiza el quiropráctico, actuando sobre la columna vertebral, tiene un efecto muy estimulante sobre el sistema nervioso (parte propioceptiva). A su vez, los ajustes quiroprácticos tienen también un efecto relajante sobre la musculatura y sobre la interpretación del dolor a nivel cerebral. Esta estimulación tiende a dar un impulso al organismo en sus partes más internas y dormidas, es una manera de despertarle para que vuelvan a ponerse en marcha sus propios mecanismos de defensa y auto curación.  Dándole tiempo y a veces con un apoyo nutricional, el cuerpo vuelve, poco a poco, a regular la función del dolor (nociceptiva) e inflamación para recuperarse.

Vértigos y mareos

Mantenernos en equilibrio y orientados es una tarea de lo más compleja que implica una comunicación perfecta entre el cerebro y los diferentes sistemas corporales  que controlan, justamente, nuestro equilibrio como lo son  la visión, el aparato vestibular (el oído), el sistema propioceptivo e, indirectamente, el sistema vascular.  Tanto los vértigos como los mareos tienen una raíz común en el mal funcionamiento de la columna vertebral, especialmente en la zona de las primeras cervicales, lo cual afecta directamente al sistema nervioso, interrumpiendo la comunicación o generando una mala interpretación de las señales nerviosas entre el cerebro y el resto del organismo. Como resultado aparecen primero sensaciones de mareos, desequilibrio o inestabilidad para evolucionar con el tiempo en la condición muy molesta y delicada de vértigos y síndrome de Menière.

Las personas con problemas cervicales crónicos, personas con malas posturas repetidas o que tienen que realizar sobre esfuerzos físicos tienden a sufrir alguna o varias de estas condiciones. Es común también, y se descubre al realizar el historial de salud de la persona, que aquellos que han sufrido un latigazo cervical (comúnmente después de un accidente de tráfico), padecen de problemas y síntomas relacionados (que aparecen años después) debido a una rectificación de la curvatura cervical.

El cuidado quiropráctico suele tener una tasa de efectividad muy alta con estos problemas.

Dolor de espalda

Mantenernos en equilibrio y orientados es una tarea de lo más compleja que implica una comunicación perfecta entre el cerebro y los diferentes sistemas corporales  que controlan, justamente, nuestro equilibrio como lo son  la visión, el aparato vestibular (el oído), el sistema propioceptivo e, indirectamente, el sistema vascular. Como resultado aparecen primero sensaciones de mareos, desequilibrio o inestabilidad para evolucionar con el tiempo en la condición muy molesta y delicada de vértigos y síndrome de Menière.

Las personas con problemas cervicales crónicos, personas con malas posturas repetidas o que tienen que realizar sobre esfuerzos físicos tienden a sufrir alguna o varias de estas condiciones.

El cuidado quiropráctico suele tener una tasa de efectividad muy alta con estos problemas.

Dolor lumbar

Esta parte de la columna vertebral, formada por cinco vértebras, es la que conecta el tórax con la pelvis y las piernas, proporcionándonos movilidad para girar, inclinarnos y agacharnos, además de fuerza para estar de pie, caminar y levantarnos. Así pues, la zona lumbar está implicada en la mayor parte de la actividad diaria. El dolor lumbar, por ende, limita o impide hacer esas actividades cotidianas alterando, en consecuencia, nuestra calidad de vida.

La labor del quiropráctico es que recuperes la movilidad de la columna, ayudando a una mejor coordinación muscular y  juego articular y generando un efecto inhibidor sobre la tensión o los espasmos musculares. Otro efecto beneficioso de la quiropráctica es el de disminuir las posibles irritaciones sobre los nervios, la inflamación y el dolor.

Uno de los efectos colaterales de la quiropráctica es que dinamiza la función del sistema nervioso, beneficiándose todo el organismo.

Las causas del dolor cervical son diversas y numerosas. Normalmente se origina con motivo de tensiones o agarrotamiento del cuello generados por malas posturas. También el estrés, físico y emocional, son un claro detonante. Cuando esas malas postura, o diferentes tipos de estrés se reproducen con frecuencia, pueden llegar a poner la columna en tensión continua, afectando la musculatura, su coordinación y, en consecuencia, la posición de las vértebras. El trabajo del quiropráctico, en este caso, es hacer una exploración detenida de la zona cervical para detectar estas vértebras bloqueadas que impiden una movilidad correcta de la nuca y acaban afectando el flujo de información nerviosa en la zona alta de la columna.

La zona cervical está formada por siete vértebras. Son de suma importancia las dos primeras vértebras cervicales: Atlas (primera cervical) y Axis (segunda cervical), ya que allí existe la máxima concentración de receptores nerviosos (propioceptivos) que, si no realizan correctamente su función, pueden afectar al sistema nervioso y, por tanto, a nuestro organismo y a nuestro estado de salud general. Un bloqueo vertebral en esta zona de la columna puede acarrear consecuencias tales como mareos, vértigos, dolores de cabeza, migrañas, falta de concentración, cansancio, nerviosismo o falta de estabilidad, entre otros muchos problemas.

En casos de degeneración cervical (artrosis) o en personas mayores se consiguen paliar los síntomas y ayudar a obtener una mejor movilidad, corrigiendo en muchos casos la postura de la persona.

Cuando el problema cervical se hace crónico durante un periodo de varios años, pueden llegar a producirse hernias discales. Esto, habitualmente, afecta a las raíces nerviosas creando síntomas como hormigueo, pérdida de tacto o fuerza y también dolor en las extremidades, en este caso en los brazos. En estas situaciones, los resultados suelen ser bastante satisfactorios y la quiropráctica resulta ser una alternativa muy eficaz a la cirugía o a otros tratamientos invasivos para el organismo.

Fuente:

barcelonaquiropractic.es/sintomas-comunes/

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3 comentarios

  1. Excelente artículo, un buen ajuste quiropráctico puede mejorar significativamente la calidad de vida de una persona aliviando el dolor y mejorando la postura.

  2. Muchas gracias por la información. Gran aporte de esta web. Reciba un cordial saludo!

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