¿Te gusta el deporte y participas activamente en carreras y maratones?
¡Esta información es para ti!
Al poner en práctica estas recomendaciones te ayudará a mantener un buen equilibrio en tu cuerpo y evitar sufrir lesiones.
¿Cuáles son los problemas más comunes en los corredores?
Las lesiones más comunes de los corredores están relacionados con el pie y la pierna. Desde calambres en las piernas, las condiciones de la rodilla y dolor en el pie, hasta lesiones de cadera y columna vertebral. La mayoría de las lesiones se relacionan con el sobresfuerzo en los tejidos de soporte simples. Especialmente son los músculos, tendones, ligamentos y fascia, si estos no tienen el apoyo adecuado. Es importante la relación entre las estructuras biomecánicas internas (músculos y articulaciones) y el tipo de calzado que se utiliza.
Pensemos en un vehículo con un motor muy potente sin los neumáticos y amortiguación adecuados. Al igual que el vehículo, nuestro cuerpo necesita una correcta amortiguación y una buena tracción para absorber el impacto y transmitir el impulso hacia adelante. La fuerza y la movilidad adecuada es imprescindible debido a las repeticiones que vamos a realizar del mismo movimiento durante la carrera.
Junto con la resistencia adecuada de la pierna, también tenemos que observar al corredor en su conjunto. La parte que estabiliza el cuerpo y para la que muchos corredores es la zona débil, es la parte central o tronco. Sin un tronco equilibrado y fuerte, difícilmente funcionarán correctamente el resto de partes del cuerpo. Las cargas e impactos a las que sometemos a nuestras extremidades al correr, tienen que estar estabilizadas y distribuidas correctamente y así asegurarnos un ejercicio eficiente.
Debemos de tener en cuenta las superficies por la que se corre normalmente y seguir un programa de entrenamiento, descanso y recuperación adecuados. De esta forma damos tiempo al cuerpo a recuperarse del estrés y mantendremos alejadas las lesiones de nuestra agenda.
¿Cuáles son los beneficios del cuidado quiropráctico?
La quiropráctica ayuda a que los movimientos del cuerpo se ejecuten de forma eficiente, logrando aliviar las cargas mecánicas y el estrés en el cuerpo. Debemos de recordar que los desequilibrios musculares o restricciones en los movimientos conllevan a un desgaste físico mayor y que nos pueden llevar a largo plazo a padecer una lesión.
Recomendaciones
Incluye en el horario de entrenamiento ejercicios para fortalecer la parte central del cuerpo y así trabajar la movilidad. Debemos de llevar al mínimo cualquier función articular limitada, ya que al no trabajar correctamente nos llevará a compensar esa deficiencia y nos puede llevar a la lesión. Se pueden incluir ejercicios como el yoga, pilates, o simplemente un poco de estiramiento y trabajo central.
Realizar un estudio de nuestra postura mientras corremos para así corregirla hasta lograr una postura óptima. Esto reducirá al máximo el estrés del cuerpo, reduciendo la fatiga y el desgaste.
Planea tu entrenamiento. Realiza un plan de entrenamiento teniendo en cuenta la acumulación de kilómetros y velocidad de forma lógica, conociendo nuestros límites. Se necesita tiempo y entrenamiento para ser capaz de correr grandes distancias. Podemos crear un programa creando pequeñas metas que van aumentando con el tiempo, así evitamos el sobre-entrenamiento que nos puede causar una lesión persistente cuando se aproxima la carrera para la que entrenamos.
Acude a un quiropráctico para que con el ajuste quiropráctico se logre que nuestro cuerpo rinda al 100% y además brindará consejos sobre la postura que debemos tener tanto para correr como para nuestro día a día.
Fuente: quiropracticvalencia.es/blog/quiropractica-para-corredores/